TURISMO

RUTA DEL QUIJOTE: ARGAMASILLA DE ALBA Y TOMELLOSO, RODEADOS DE BUEN VINO

Llevo un poco de desorden a la hora de hacerles la ruta, pero hay tantos lugares que visitar en la Ruta del Quijote que uno se va hacia arriba y hacia abajo, yendo de un lado para otro, como nuestro singular caballero. Hoy nos acercaremos a la localidad que vio nacer el Quijote, Algamasilla de Alba y a la tierra del vino y la vid, Tomelloso, que dicen es la ciudad donde se produce la mayor cantidad de alcohol de Europa. Lo cual no quiere decir nada, porque también es un buen sitio donde disfrutar de las andanzas de Don Quijote y de otras muchas cosas, como la naturaleza cercana de la que les hablaremos.


Argamasilla de Alba se encuentra a unos 8 kilómetros de Tomelloso. Allí se encuentra la Cueva de Medrano, que la tradición identifica como la prisión en la que Miguel de Cervantes concibió y empezó a alumbrar la inmortal obra de Don Quijote. Se dice que Cervantes habría llegado a Argamasilla como recaudador de alcabalas y habría sido preso por motivos fiscales o por asunto de faldas. Allí conocería al hidalgo «demente» Rodrigo Pacheco, que curiosamente tenía una hermana llamada Aldonza. Muy cerca de ella encontramos otros tesoros, como el Castillo de Peñarroya, fortaleza del siglo XII, un poco deteriorada, pero con una gran vista, ya que se encuentra en una gran peña en la ribera de un pantano.

De Argamasilla, podemos volver a Tomelloso. Quizás no tiene grandes monumentos, especial mención merece la Posada de los portales, en la Plaza principal de la localidad, pero tiene algo especial, su vino. Son muchas las bodegas instaladas en esta localidad, y mucho el vino y los licores que salen de ella, con buenos reservas a 500 pesetas la botella. Curiosos son también los bombos, construcciones en mitad del campo que servían para guarecerse de las inclemencias del tiempo y que salpican su horizonte, amplio como en toda Castilla. Además no hay que dejar de practicar aquí el chiqueteo, porque la tapas que ofrecen con la consumición pueden servir incluso de cena. Un buen lugar que sirve en muchos casos de punto de partida para llegar hacia otros lugares como las Lagunas de Ruidera que se encuentran muy próximas, a unos 29 kilómetros de la localidad. Allí encontramos también los pasajes del Quijote con la Cueva de Montesinos, donde se empeñó en descender nuestro hidalgo.

Ruidera es un Parque Natural donde realizar diferentes rutas, porque son muchas y variadas, como también lo son sus paisajes, su fauna y su flora. Ruidera casi merece una visita a parte, fuera de la ruta del Quijote. Porque una cosa es cierta, el agua es realmente uno de los bienes más preciados y más bellos.


Marta Elía

    Foto:   Ruta del Quijote