LOS ARROZALES DE ARGUEDAS Y DE TUDELA SON HOY UN IMPORTANTE REFUGIO PARA CANTIDAD DE AVES, POR ANTONIO MUNILLA (DE GURELUR)

Cuando el hombre transforma un espacio natural para poner en marcha campos de cultivo o explotaciones ganaderas generalmente ocasiona una grave afección a la fauna de la zona debido a la alteración o destrucción de los ecosistemas existentes. Estas actuaciones conllevan la desaparición de especies que sólo pueden vivir en ciertos hábitats y favorecen la instalación de otras especies más oportunistas y menos exigentes en sus requerimientos biológicos. De todas formas, en conjunto, este tipo de actuaciones siempre ocasiona una pérdida de riqueza faunística que está llevando al borde de la extinción a algunas especies en todo el mundo.


Biodiversidad de fauna
No ha ocurrido lo mismo, afortunadamente, con la transformación de los terrenos donde actualmente se encuentran los arrozales de Arguedas y Tudela. Estos terrenos, antes de su transformación en campos de cultivo, estaban cubiertos por vegetación ribereña y esteparia. Al ser suelos altamente salinos los diferentes cultivos que se experimentaron en estos terrenos fracasaron. Tras un período de abandono, se probó el cultivo del arroz con éxito, lo que ha servido para evitar los procesos de erosión que se estaban produciendo y para crear un ecosistema que ha supuesto un aumento espectacular en la biodiversidad de esta zona. Los arrozales ofrecen durante todo el año cobijo y alimento a un importante número de especies, principalmente aves. La alta concentración de cangrejos, roedores, ranas, sapos, insectos, así como la gran cantidad de grano que cae al suelo durante la cosecha, sirve de alimento a muchas especies de aves, algunas de las cuales se pueden observar en Navarra gracias a la existencia de los arrozales, y otras han aumentado considerablemente su población. La capacidad de acogida de estos cultivos se ha incrementado con la instalación de las balsas de decantación de Valtierra y Arguedas, donde las aves encuentran un lugar donde no son molestadas al estar las balsas valladas.


Una relación de las aves que se pueden encontrar a lo largo del año en esta zona son aguilucho lagunero, cenizo y pálido, ratonero, milano negro y real, cernícalo, gavilán, águila pescadora y esmerejón entre las rapaces; garza real e imperial, cigüeña blanca y negra, garcilla bueyera y cangrejera y avetorillo entre las garzas y afines; gaviotas de distintas especies; la práctica totalidad de los limícolas migradores europeos, además de la mayoría de los nidificantes en Navarra, destacando la importante colonia de cigüeñuela existente en la zona, y un gran número de pequeños pájaros.


Aun siendo alto el número de especies que nidifican en estos arrozales, la importancia de los mismos reside en las buenas condiciones de acogida que tienen para las miles de aves migradoras que cruzan dos veces al año tierras riberas en sus viajes migratorios. Son muy llamativos los grandes bandos de limícolas (aves ligadas a las aguas poco profundas), las cigüeñas, garzas, gaviotas, grullas, ansarones y rapaces que se pueden observar en otoño y primavera alimentándose y descansando en los arrozales. Durante todo el invierno estamos disfrutando con la presencia de una familia de grullas (la pareja con su hijo) que se han quedado con noso-tros, posiblemente, por la lesión que sufre uno de los adultos en una pata. La puesta en marcha de estos cultivos ha contribuido al espectacular aumento de la población de cigüeñas en la Ribera de Navarra, ya que en ellos encuentran ranas, roedores, e insectos, parte fundamental de su alimentación. Tras la cría, se pueden observar concentraciones de hasta 400 ejemplares, entre los que se encuentran algunas cigüeñas de la localidad de Alfaro.


Cita para los amantes de las aves 
La importancia de estos arrozales para las aves está motivando que un gran número de aficionados a la observación y el estudio de las aves, de Navarra y de las provincias limítrofes, acudan a esta zona para poder deleitarse con el maravilloso espectáculo que supone la presencia de tantas aves en nuestra Ribera. Si eres aficionado a la Naturaleza y en especial a la observación de la aves, no lo dudes, acércate y disfruta.



Marta Elía