La cigüeña blanca vecina de nuestros pueblos


La cigüeña blanca es un ave de gran tamaño, con plumaje blanco y negro, y pico y patas de color rojo. Es una de las aves más populares entre la población navarra. Esto es debido, entre otras causas, a su figura tan característica y a que utiliza preferentemente las construcciones humanas -iglesias, chimeneas, etc.- para instalar sus nidos. Es una de las aves más respetadas por la población navarra. Esto se debe, además de a las causas anteriormente citadas, a que en su variada alimentación incluye animales que el hombre considera perjudiciales, tales como culebras, roedores, insectos y gran variedad de invertebrados, algunos de ellos con importante poder de reproducción. La cigüeña blanca necesita disponer de zonas húmedas para alimentarse y de edificaciones humanas para ubicar sus nidos. Por ello, las cigüeñas navarras viven en pueblos que cuentan con ríos, lagunas, charcas y prados húmedos en sus alrededores. 

Desde muy antiguo, la cigüeña blanca viene utilizando las construcciones del hombre para nidificar. Los recientes cambios en los hábitos alimenticios de la cigüeña blanca le han permitido colonizar nuevas zonas de cría en hábitats diferentes a los anteriormente citados. La cigüeña blanca tiene unas largas patas con las que se mueve con facilidad por aguas poco profundas de ríos, lagunas y charcas, en las que captura peces, ranas y culebras utilizando para ello su largo pico. En los campos de cultivo se alimenta de ratones, topillos, musarañas, sapos y multitud de invertebrados. En invierno y en primavera, la cigüeña se alimenta en los campos que están siendo labrados, capturando escarabajos, lombrices e insectos que quedan al descubierto. Desde hace pocos años, la cigüeña visita basureros y vertederos, alimentándose de toda clase de restos comestibles y carroña, realizando una labor de limpieza natural, como realizan otras muchas especies a veces despreciadas.

Población en aumento 

En la década de los ochenta, la población de cigüeña blanca en navarra estuvo en peligro debido a que sólo nidificaron en nuestros pueblos 37 parejas. A partir del año 1990, la población comenzó a experimentarar un espectacular aumento, pasando de las 49 parejas a las 340 que nidificaron en el año 2000. Las causas de este aumento poblacional pueden deberse a los cambios en el comportamiento migrador de esta especie y a la nueva fuente de alimentación que encuentran en los vertederos. Los cambios en su instinto migrador pueden estar relacionados con los inviernos más cálidos que se están dando en los últimos años. Debido a que no hace frío, las cigüeñas no necesitan migrar a otras tierras más cálidas para pasar el invierno, con lo que se han reducido las bajas que se originaban en los viajes migratorios. A esto hay que unir la disponibilidad que tienen de comida en los vertederos, con lo que pueden conseguir alimento durante todo el año.

Bienvenida de Gurelur

Coincidiendo con la celebración del día de San Blas («por San Blas, la cigüeña verás») GURELUR va a celebrar, por sexto año consecutivo, la bienvenida a las cigüeñas en la Plaza Nueva de Tudela. Su regreso a Tudela, tras pasar los fríos meses de invierno en tierras más cálidas, nos anuncia que los animales empiezan a ver ya acercarse la esperada primavera. El observatorio, abierto a todo el mundo, estará abierto desde las 10 de la mañana a las seis de la tarde de forma ininterrumpida. El observatorio, que estará atendido por monitores expertos, contará con material óptico -telescopios y prismáticos- para que la gente pueda observar de cerca las cigüeñas que nidifican en la Plaza Nueva. Dentro de esta celebración, en el presente año vamos a poner en marcha un concurso dirigido a los escolares riberos sobre esta entrañable ave. Para ello se va a invitar a todos los escolares a que presenten dibujos o redacciones sobre las cigüeñas. Estos trabajos se expondrán en un panel, premiando con un cómic sobre cigüeñas a los diez mejores trabajos. Acorde con el aumento de la población de cigüeñas, sobre todo el experimentado en los pueblos de la Ribera, han aumentado los problemas que ocasionan algunos nidos en los edificios donde se alojan. Para minimizarlos o eliminarlos, GURELUR trabaja, desde hace años, por todos los pueblos donde se le solicita. También se tratan los ejemplares heridos o enfermos y se censan sus poblaciones y se llevan a cabo labores de educación ambiental con las cigüeñas.



Marta Elía