LA CARNE DE TERNERA NO ES INFECTIVA


Así lo afirma Juan José Badiola, Director del Centro Nacional de referencia de Encefalopatía Espongiformes Bovinas que estuvo en Calahorra

El Colegio de Veterinarios de La Rioja, con la colaboración de Caja Rioja, ante la preocupación cada vez mayor de la población sobre el tema de las vacas locas, quiso tranquilizarla invitando a uno de los mayores expertos y conocedores del tema: Juan José Badiola, Catedrático de Anatomía Patológica de la Universidad de Zaragoza y Director del Centro Nacional de Referencia de Encefalopatías Espongiformes Transmisibles, quien dejó muy claro que la carne no es infectiva y que se puede comer. Durante su visita a Calahorra, Badiola quiso tranquilizar a la población afirmando categóricamente que la carne no es infectiva, ya que los dos productos principales que se obtienen del ganado bovino para el consumo humano son la carne y la leche, y en ninguna de ellas se ha detectado infectividad. Esto significa que cuando se han tomado muestras infectadas con la enfermedad y se han dado a animales de experimentación altamente susceptibles a ella, no se ha logrado reproducir la enfermedad en ningún caso y eso, para Badiola es «un elemento que debe tranquilizar a la gente». 


Por otra parte, ante las variadas hipótesis que se barajan sobre cuáles son los materiales infecciosos, Badiola comentó que hoy por hoy se conocen perfectamente. Esos tejidos son el cráneo incluido el encéfalo, los ojos, la médula espinal, las amígdalas y todo el tramo intestinal. Es en esos órganos donde se localiza casi el 100% de las carga infectiva del animal y todos ellos se retiran en todos los animales a partir de un año de edad, una medida más que preventiva, para Badiola, teniendo en cuenta que todos los casos de vacas locas se dan en animales de cuatro a cinco años y la mayor parte lecheras. 

Por otra parte, ahondando más, comentaba que cada vez se adoptan medidas más radicales para un mayor control y protección de la población a nivel Europeo. «Este año vamos a extender los análisis de una forma generalizada, se van a analizar en España 500.000 animales que es una cifra verdaderamente considerable. Se ha creado una red de laboratorios muy numerosa, que va a aplicar los test rápidos y eso va a permitir conocer mejor la permanencia de la enfermedad en nuestro país, así como en el resto de Europa. Pero también va a dificultar que un animal eventualmente contaminado pueda pasar a la cadena alimentaria».

En cuanto a las declaraciones de la Ministra, considera que tiene derecho a hacer las gracias que crea oportunas, pero «un país, además de lo que diga la Unión Europea, puede tomar medidas particulares, especiales. Lo que puedo decir es que hasta este momento los huesos con médula ósea no son infectivos. Un problema aparte es la columna vertebral, lo que se conoce como el espinazo. El problema no es tanto la infectividad que tenga el hueso, sino si hay garantías de que en todos los mataderos de Europa van a poder extraer la médula espinal con plena garantía de que no quede la más mínima cantidad. Eso es lo que se está estudiando, porque cualquiera puede querer asegurarse y no permitir esa duda».

En cuanto a las dudas sobre los mataderos, Badiola fue muy claro afirmando que se puede confiar en ellos y recordó algunos hechos. «Los mataderos españoles sufrieron una fortísima reconversión hace unos años, que ya nadie recuerda. Hubo centenares de mataderos que se cerraron, que en el proceso de homologación no cumplieron los requisitos mínimos. Por eso los mataderos que tenemos hoy son buenos mataderos». Un cierre que también causó muchos problemas, porque algunos de esos mataderos eran locales y cumplían su función..

Badiola señaló que cada vez se conocen muchos más aspectos sobre esta enfermedad nueva, aunque el conocimiento sobre ella no está completado. Se desconocen algunas cosas como la forma en que pudo transmitirse del bovino a la población.
Badiola adelantó que quizás próximamente se puedan tener preparados análisis sobre animales vivos porque hoy hay que esperar a que un animal llegue a los tres años de edad y sacrificarlo para saber si tiene la enfermedad. 

En este sentido, el catedrático se mostró muy optimista porque «esto es un gran desafío para los laboratorios europeos y un gran éxito para el que obtenga un buen test de análisis, además de un gran negocio comercial. En este momento hay ya varios laboratorios que han obtenido test, que son buenos, que pueden quizás valer». Pero, también quiso advertir que no se debe dar credibilidad a ninguna empresa que diga que ya tiene un análisis y que va a utilizarlo inmediatamente, porque se está hablando de una enfermedad que está sujeta a control por parte de las administraciones, sobre todo por la Comisión Europea, por lo que debe ser previamente validado, aquel test que no esté validado, es como si no existiera.

El Catedrático mostró su preocupación por la información existente en los medios, en los que, a veces, se está promoviendo la psicosis de la población.



Hace la entrevista: Marta Elía