SOCIEDAD PROTECTORA DE ANIMALES Y PLANTAS DE TUDELA |
La Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Tudela se hizo cargo del
servicio del lazareto de la Mancomunidad de residuos Sólidos de la
Ribera a partir del 1 de enero del año 2000.desde ese momento la
sociedad se encarga de recoger los animales abandonados en las 19
localidades mancomunadas. Para ello pueden llamar al teléfono 609
538329.
Pero no debemos confundir el servicio del Lazareto con la Sociedad
Protectora. Esta es una organización sin ánimo de lucro, cuyos únicos
recursos son sus voluntarios y las aportaciones de sus socios. Así a la
labor de recogida, se unen las acciones que lleva a cabo la sociedad, no
menos importantes como la concienciación en temas de medio ambiente y de
vida digna para animales y plantas, mediante campañas de concienciación
contra el abandono de animales y contra el regalo de cachorros por
ejemplo en las épocas navideñas o campañas de adopción. Es necesario señalar
que los índices de abandono en Navarra, al igual que en otras
Comunidades españolas, son
desproporcionados en relación con otros países de la Unión Europea. Por
lo que cabría decir que en esta cuestión estamos muy lejos de ser
europeos. Y las expectativas no son nada halagüeñas, ya que los índices
de abandono no se están reduciendo, muy al contrario. La sociedad cuenta hoy
en día con unos 150 socios en la comarca de la Ribera. Se fundó en
Tudela en diciembre de 1997 y durante este tiempo ha estado trabajando
sobre todo en su consolidación. La contrata de la Mancomunidad ha
posibilitado que la sociedad pueda seguir con su labor, al proporcionar
un local digno y adecuado para los animales, ya que éste ha sido uno de
los grandes caballos de batalla durante estos años. A pesar de las
dificultades, tanto económicas como de recursos humanos, la sociedad
consiguió organizar en mayo de 1999 el I Concurso de Perros Mestizos en
Tudela que fue todo un éxito tanto de participación como de público y
que probablemente pueda seguir celebrándose de forma bianual, siempre
con la colaboración de patrocinadores y socios. También se llevan a
cabo otros programas como el de colaboración con la sociedad Snoopy de
Medina del Campo en Valladolid. Esta sociedad está en contacto con una
organización inglesa que lleva a cabo una importante labor en toda
Europa para la introducción
y adopción de galgos como animales de compañía. Esta raza es una de las
más maltratadas ya que, después de ser utilizados, cuando pierden
velocidad o son asesinados de forma brutal o son abandonados a su
suerte. La Sociedad Protectora de Tudela lleva a Medina los galgos que
llegan a sus manos. (foto 1) Resuelto el principal
escollo al que nos enfrentábamos durante los primeros años, el local, la
sociedad se plantea nuevos retos y proyectos, algunos ya iniciados como
el Taller para niños que se lleva a cabo los miércoles de 6 a 8 de la
tarde en el centro cívico Lestonac, y que pretendemos desarrollar más
ampliamente para que, en un futuro, pueda incluir
actividades de conocimiento del medio ambiente y su funcionamiento,
así como salidas al campo para conocerlo in situ. HABLAN NUESTROS NIÑOS:
Santiago Casanova Torrella, 12 años: “Tener un animal es una gran
responsabilidad. Si no la tienes, no lo tengas”.
Maite Corregidor Casanova, 11 años: “Si tienes un animal quiérelo,
cuídalo y no lo abandones”.
Laura Casanova Torrella, 10 años: “Si abandonas a los animales, ellos se
quedarán sin vida”.
Adrián, 13 años: “Si tienes animales, ayúdanos a ayudarles”
NUEVOS PROYECTOS Pero tenemos otros
proyectos que hacen más incidencia en la concienciación con vistas a
evitar los abandonos y un mejor conocimiento de la naturaleza para que
todo el mundo sepamos valorar
lo que nos rodea. Así próximamente, la sociedad protectora se pondrá en
contacto con asociaciones de todo tipo para prestarse a ofrecer charlas
sobre cómo debemos actuar para mejorar nuestro medio y para dignificar
la vida de animales y plantas, nuestros compañeros en este viaje que es
la vida. Y es que hay mucho
trabajo por hacer, porque además de los animales de compañía, otros
animales y plantas están sufriendo la devastadora acción del hombre.
La Ley de Protección animal sigue sin aplicarse y solucionaría muchos de
los problemas que se plantean
hoy en día. Mientras tanto, en todos los lugares de España se producen
no sólo abandonos, sino maltratos que llegan a ser de una crueldad
difícilmente explicable. Algunos de esos actos se han dado en nuestra
Comunidad: el perro que además de sufrir el abandono, la pérdida de un
ojo, quizás por algún otro encuentro con el hombre, tuvo que soportar
ser poco a poco quemado vivo por una cuadrilla de jóvenes menores de
edad. Tudela también fue escenario de esta crueldad juvenil cuando un
gato de pocos meses de edad fue salvajemente maltratado golpeándolo,
intentando atropellarle y otras tropelías que fueron observadas por un
testigo Entre estos casos de crueldad no podemos olvidar el simple abandono, que ya de por sí es un maltrato que debería ser penado, ya que lleva a los animales a situaciones extremas. Es el caso del perro recogido en el casco viejo de Tudela y que se encontraba en un estado agónico. Según el informe veterinario del 7 de mayo de 1999 el perro, macho de raza galgo presentaba una alopecia generalizada, hiperqueratosis, pápulas y costras. Además, se pudo apreciar la delgadez extrema, catalogada como la más grave y que significa que las costillas, vértebras lumbares, huesos de la pelvis y todas las protuberancias óseas son visibles de lejos, no observándose grasa corporal alguna y pérdida de la masa muscular. Asimismo, presentaba infartación de todos los ganglios superficiales, color de las mucosas pálido, infecciones, fiebre y sarna. Todo ello consecuencia de lo que algunos califican como simple abandono. Esta situación debió producirle un enorme sufrimiento, puesto que muchos animales con sarna llegan hasta automutilarse, aunque cuando llegó a la consulta veterinaria, este perro parecía ya no sentir ningún picor y haberse habituado al dolor. Comió y bebió con ansia, pero tuvo que ser sacrificado. La Sociedad Protectora de Animales de Tudela llama la atención sobre estas consecuencias, dolor para el animal, pero también un efecto colateral: este perro caminaba por el casco antiguo de Tudela y verlo de este modo puede aumentar la animadversión de algunas personas hacia los animales, ya que podía haber sido fuente de infección, aunque no era culpa suya, sino de la irresponsabilidad de un dueño. Así, es responsabilidad de todos y por bien de todos intentar que nadie abandone un animal, puesto que tiene consecuencias para los demás.
Otros animales también están sucumbiendo. En nuestra zona se ha podido
encontrar un águila muerta debido a los cepos envenenados que todavía
son utilizados por algunos desalmados. Quizás
muchos de estos actos se realizan por desconocimiento de lo que supone
la vida animal y natural para nuestra humanidad. En el caso del perro
podíamos resaltar una vieja leyenda hindú según la cual Dios, molesto
por haber creado a un ser tan indeseable como el hombre, crea un abismo
para separar a los animales del ser humano. Sólo un animal, el perro, se
rebeló contra su Creador, y saltando sobre el abismo, se reunió con el
hombre, al que considera su mejor amigo. Quizás esta leyenda pueda
explicar lo que el perro es capaz de hacer por ese mismo hombre por el
cual es abandonado: es su lazarillo, localiza explosivos y drogas,
supervivientes en las catástrofes, busca rastros e incluso su sola
presencia ayuda a mejorar la calidad de vida de niños autistas o
ancianos. Son sólo algunas de las cosas que un perro hace por el hombre.
Leyendas existen también en torno a otros animales como las
golondrinas, sobre las que se dice fueron las que quitaron las espinas a
Cristo cuando estaba en la cruz, quizá sería una forma lírica de
explicar el motivo por el cual las golondrinas llegan a nuestro país en
Pascua. Podríamos relatar otras muchas leyendas sobre los animales, y
todas ellas tienen un trasfondo, sacar a la luz que son nuestros
bienhechores.
POR ESO,
AYÚDANOS A AYUDARLES
SOCIEDAD PROTECTORA DE
ANIMALES Y PLANTAS DE TUDELA
Entrevista: Marta Elía |