CUÉLLAR
La
historia de esta villa de origen prerromano y cuyo nombre significa
lugar de abundantes colinas, está ligada a la familia de Alburquerque y
a Juana la Beltraneja, por quien tomó partido en su disputa sucesoria a
la corona de Castilla frente a Isabel la Católica. La derrota de aquélla
explica que Cuéllar quedara al margen de la vida cortesana, a pesar de
que aquí, en otro tiempo, se reunieran las Cortes de Castilla. En
cualquier caso, su intensa actividad exportadora (sobre todo de vino y
lana) la convirtió en una villa populosa con ánimos, incluso, para
lanzarse a la aventura americana. En sus casas nacieron por ejemplo,
Diego Velázquez, conquistador de Cuba. Juan de Grijalba, descubridor del
Golfo de Méjico y el historiador general de las Indias, Antonio Herrera
y Tordesillas. Un esplendor que todavía puede palparse al recorrer sus
calles. Pero lo más importante de Cuéllar es por supuesto su castillo,
construido entre los siglos XV y XVI, más que castillo es un palacio de
inspiración castellana. En su interior destacan la galería del edificio
principal o el patio de armas. Un inconveniente a la hora de visitar
este maravilloso castillo, solo puede hacerse en verano, Semana Santa o
Navidades, ya que alberga hoy por hoy un colegio. De cualquier forma, si
se acerca a Cuéllar no deje de acercarse a él, pues su exterior sigue
siendo magnífico. Además, puede recorrer los múltiples monumentos de la
localidad con sus murallas, que conservan una puerta muy bien
conservada, la de San Basilio, sus iglesias, la Plaza Mayor, muy curiosa
e inclinada, el palacio de Santa Cruz. Podrá vivir la peculiaridad de
las tierras castellanas, su buena gastronomía y sus buenos vinos, pero
eso sí, elija bien el momento, porque ya se sabe que la climatología
juega, a veces, un papel esencial.
Fotos: Castillo de Cuéllar |
|