COCA
Siguiendo
nuestra ruta por los castillos, cerca de Medina del Campo, encontramos
una de las joyas más hermosas de España, el castillo de Coca ya en la
provincia de Segovia. Posiblemente el más bello de los castillos
medievales españoles y, sin lugar a dudas, el mejor ejemplo del gótico
mudejar peninsular. Ubicado sobre un llano en la población de Coca (la
antigua Cauca romana, cuna del emperador Teodosio) fue edificado en el
siglo XV por el arzobispo de Sevilla don Alonso de Fonseca bajo el
reinado de Enrique IV de Castilla y, aunque parece un castillo
defensivo, nunca sirvió coma tal, sino más bien como palacio. Es una
obra de una capacidad expresiva prodigiosa, repleta de sabias
combinaciones de formas y colores. Está bien conservado, aunque lo que
hoy puede contemplarse es una sombra de lo que fue, ya que a mediados
del siglo XIX fue despojado por un administrador de la Casa de Alba de
las columnas de mármol y otros ricos elementos que adornaban sus
estancias. Todavía en sus piedras se pueden contemplar retazos de las
pinturas que adornaban sus muros, incluso la banda en la que figura el
nombre de su promotor, Fonseca. El castillo de Coca, como la mayoría de
los castillos ha sufrido el espolio que habitualmente se producía con su
abandono por parte de los vecinos y quizá muchas de sus piedras formen
parte de las casas que lo rodean. Como buen castillo cuenta con una
mazmorra, en realidad un pudridedero como hay en muchos castillos, en la
que posiblemente nadie fue encerrado y donde hoy vive un murciélago al
que están muy agradecidos los guías pues acaba con muchos de los
mosquitos del verano. Es propiedad de la Casa de Alba que lo tiene
cedido a la Junta de Castilla y león durante 100 años y a condición de
que mantenga en su recinto la Escuela de Formación de Capataces
Forestales y Agrícolas. Cuando vayan llegando, si lo hacen desde Medina
del campo, no olviden, si llegan desde las pequeñas carreteras que
parten de la N-601 procedentes de Olmedo, fijar en la retina la
impresionante imagen del Castillo al aparecer en el horizonte.
Visitable todo el año, excepto el primer martes de cada mes.