SEVILLA
Para
terminar nuestra ronda por las principales capitales de Andalucía, aunque
bien es cierto que hay otros muchos lugares de interés, nos vamos a dar una
vuelta por Sevilla. No vamos a entrar en decir que Sevilla tiene un color
especial, sino que cada cual la debe ver con sus ojos. Entre sus
monumentos más conocidos se encuentra por supuesto, la Catedral con la
Giralda y los Reales Alcázares. Ambos se pueden visitar muy bien ya que se
encuentran a pocos pasos. La Catedral de Sevilla fue construida en 1401
sobre la antigua mezquita almohade, como era costumbre, de la que todavía se
conservan restos en el patio de los naranjos. El retablo Mayor es el más
grande de España y representa distintas escenas de la vida de Cristo y de la
Virgen. Son muchas las capillas que alberga, no en vano cuenta con cinco
naves. Una de las más visitadas es la de San Antonio, que cuenta con una
pintura de Murillo dedicada al santo. La capilla Real alberga los restos de
Alfonso X el sabio y el cuerpo incorrupto del Rey Conquistador de Sevilla
Fernando III. Pero la joya más visitada es la giralda. En 1198, hace más de
800 años,. El arquitecto Ali de Gomara concluyó la construcción del alminar
de la Aljama, mezquita almohade que se alzaba en el lugar donde actualmente
se levanta la catedral. Era el principio de la torre más emblemática de
Sevilla que a lo largo de los siglos sufriría sucesivas remodelaciones hasta
adquirir su actual personalidad. Así, en 1365, un terremoto destruyó el
remate original de la torre que fue sustituido por otro provisional hasta
que en 1558 el arquitecto Hernán Ruiz realizó el actual campanario
renacentista al que remató con una monumental estatua de la Fé que sirve
como veleta: el Giraldillo.. Una Giralda que a pesar de constar de 35 rampas
no debe dejar de subir para contemplar las bellas panorámicas desde lo alto.
Foto1: Giralda - Foto2: Vista de la Catedral desde la Giralda |
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