EL TEMA PENDIENTE DEL TRUJAL COMARCAL: ALGO MÁS QUE OLIVAS |
Parecía decidido que el trujal comarcal de segundo grado para la ribera
se construiría en Tudela, algo que no gustó a muchos, y con razón. Pero
ahora parece que la cuestión no está decidida, es decir, que se sigue
mareando la perdiz hasta que se harte. Mientras tanto, los agricultores
buscan sus propias soluciones y algunos empresarios están convencidos
del daño que la indecisión esta provocando.
Mario Gómara, uno de los responsables de la Casa del Aceite, está
convencido de las posibilidades del aceite de Navarra “al salir este año
al mercado nos hemos dado cuenta de que tenemos un aceite de calidad.
Sin embargo, tradicionalmente se ha tendido siempre al autoconsumo por
parte de los agricultores y no se han desarrollado redes de
comercialización”.
Aunque reconoce también que hoy por hoy hay una escasa producción
en la zona, sin embargo
la limitación para él puede suplirse con la colaboración de las
Comunidades “nosotros hemos iniciado contactos con gente de La Rioja
porque ambas tenemos poco volumen, y hemos hablado de unirnos para
aprovechar las redes de comercialización del vino y el prestigio
alimentario de ambas comunidades”.. Asimismo, Gómara considera que la
Denominación de Origen prestigiaría el producto a y a los trujales
privado, sobre los que se alimentan suspicacias irreales pues existen
controles exhaustivo sobre el aceite. La Denominación sería una garantía
para todos.
En cuanto al tema del trujal comarcal, considera que lo más peligroso es
que si se hace quedase como único y en monopolio lo que conduciría a un
control del sector y del agricultor. La solución más lógica, hoy por
hoy, para Gómara, es continuar con los trujales existentes, quizás
modernizar algunos, como el de Ablitas, hasta que se llegue a una
producción considerable como 6 millones, producción que hoy por hoy está
muy lejana.
Mientras, la Sociedad Cooperativa Nuestra Señora de la Barda de Fitero
inauguró en diciembre de 1999 un nuevo trujal que ha supuesto una
inversión de 60 millones. En Cintruénigo se sigue pensando en la
posibilidad de crear su propio trujal, aunque es un decisión no tomada a
la espera de lo que ocurra con el proyecto de trujal comarcal. Para la
cooperativa de Cintruénigo, el trujal comarcal es lo primero, antes que
la Denominación, aunque la ubicación habría que estudiarla más
detenidamente. En esta cooperativa se han recogido este año 476.000
kilos que han sido llevado a molturar a Arróniz conjuntamente con
quienes están de acuerdo a la hora de abordar el trujal comarcal.
Por su parte la Cooperativa de Ablitas, principal productora de la zona,
lo tiene claro, son totalmente reacios a ese trujal comarcal si no se
hace en Ablitas. Este año han recogido más de 1,2 millones de kilos de
oliva, con un notable aumento frente al pasado año, y no por la nuevas
plantaciones, sino por el mejor cuidado de los olivos.
Lo cierto es que el tema del trujal comarcal hay que examinarlo con
mucho cuidado, porque por un lado existen unos intereses económicos que
no son los de los pequeños agricultores y que están intentando controlar
el famoso e inexistente trujal. Por otro, hoy por hoy, realmente no
existe una producción suficiente para la viabilidad del proyecto que
contempla una producción mínima de unos 4 millones de kilos, que son los
que podrían recogerse hoy en una muy buena campaña., pero claro, todos
tendrían que ir al mismo trujal cuando ahora hay ya varios y en muy
buenas condiciones. La cosa va para rato, porque aquí hay algo más que
olivas.
Escribe: Marta Elía |