CORDOBA (II)
Después
de disfrutar con la Mezquita y empaparse con la filosofía que se nos
trasmite en la Torre de Calahorrra, podemos dirigirnos al Alcázar de los
Reyes Cristianos, donde encontraremos unos hermosos jardines y admirar baños
califales y bóvedas ojivales, pero también mosaicos romanos que nos
recuerdan la importancia de la ciudad bajo el poder de Roma, como nos lo
recuerdan también los poderosos restos de un templo romano junto al
Ayuntamiento en el que se mantienen unas imponentes columnas. Pero debemos
detenernos en los jardines y pensar en esos hombres que disfrutaron de
ellos; hoy en día casi me atrevo a decir que no sabríamos hacerlo, porque se
requiere de tiempo para dejarse llevar. Pero no podemos detenernos aquí,
debemos continuar porque en Córdoba, a través de la vieja judería, llegamos
a la sinagoga y cómo no paseando podremos disfrutar de los maravillosos
patios andaluces y comer incluso en alguno de ellos, donde se han instalado
restaurantes. No podemos olvidar que la ciudad no sólo fue árabe, también
tiene sus iglesias como la de Santa Marina, San Miguel,. San Lorenzo, la
Magdalena.. pero es lógico que no les prestemos atención ante las otras
maravillas que esconde Córdoba, son sus exquisitos rincones. Uno de ellos es
la Plaza del Potro y la venta que se encuentra en ella y que nos traslada a
las historias que acaecían a Don Quijote.
Foto: Laberinto de Columnas de la Mezquita |
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