TURISMO


EL TOBOSO (Toledo)

toboso_22.jpg (8796 bytes)En el pasado número les comentaba que me había adentrado en la novela de El Quijote a través de las tierras que describe y por eso aprovecho esta semana para contarles lo que allí pude ver y disfrutar. En primer lugar tengo que hablar, como no puede ser de otro modo de El Toboso, un bello pueblo toledano de donde era la joven Aldonza Lorenzo, a quien Don Quijote vino a llamar Dulcinea del Toboso. El Toboso, que debe buena parte de su fama a la obra cervantina, alberga entre sus calles y plazas monumentos de interés histórico-artístico, además de rincones llenos del encanto de las pequeñas villas manchegas, con su tradicional edificación de mampostería y tapial y marcada por el blanqueado de sus muros. Allí encontraremos si iglesia parroquial dedicada a San Antonio Abad, cuyo estilo pertenece a la última época del gótico. El convento de las Trinitarias y de las Franciscanas, una puerta Ojival del siglo XIV, uno de los restos del amurallamiento de la villa, el pozo de Gascona y el de la Torre y, por supuesto, los más visitados: la casa Museo de Dulcinea y la biblioteca Cervantina. La casa de Dulcinea perteneció a Ana Martínez Zarco de Morales, a la que Cervantes inmortalizó con el nombre de Dulcinea (Dulce Ana). Se trata de una reproducción de un caserón manchego del siglo XVI con las dependencias de labor, huerto trasero, palomar y dormitorios. Conserva mobiliario de la época y también algunas partes de los que era la antigua casa. En la biblioteca Cervantina existe una interesante exposición de ediciones de "El Quijote" en diversos idiomas, muchas de ellas dedicadas por diferentes políticos e intelectuales. Existe incluso una edición dedicada por Hitler en 1933 o por el presidente Perón. Un museo interesante y curioso, donde podemos descubrir la gran importancia de nuestra obra más internacional.

 

    Foto: Dormitorio de la casa de Dulcinea