FITERO Fitero
resalta por contar con una gran joya, su Monasterio cisterciense que
constituye la fundación más antigua de la península ibérica. Su origen se
remonta al año 1140, aunque su ubicación definitiva corresponde a una década
más tarde. Hoy se conservan tres de sus principales elementos: la iglesia
abacial, el claustro y la sala capitular. La iglesia abacial es actualmente
la parroquia de santa María. Su construcción se inició en el siglo XII. En
su interior podemos encontrar, entre otras joyas, un conjunto escultórico
gótico perteneciente al sepulcro del arzobispo de Toledo Ximénez de Rada. El
claustro bajo es de estilo plateresco y fue construido en el siglo XVI.
Adosado a él se encuentra el refectorio medieval del siglo XIII. También
accediendo desde el claustro se llega a la sala capitular, también del siglo
XIII. El Monasterio es la joya de Fitero. Pero esta localidad cuenta con
otra joya: su balneario, ubicado en un entorno que parece aislado del resto,
ya que no se corresponde con las tierras que le rodean, un espacio ideal
para descansar y para disfrutar.
Foto: Sala Capitular del Monasterio (siglo XIII) |
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