FELIX SIMÓN, TODA UNA VIDA DEDICADA A LAS GENTES DE CHILE    


Félix Simón Simón, de 83 años, es un sacerdote murchantino, que lleva 58 años en Chile en una cura_byn_7.jpg (15416 bytes)comunidad religiosa. Casi toda una vida dedicada a unas gentes que él mismo define como entrañables. En 1926 salió de Murchante hacia el seminario de Alsasua, donde pasó los momentos más difíciles con la república, un momento en el que temieron, incluso por sus vidas. Después pasó al noviciado de Sanguesa. Hacia 1940 partió hacia Chile, en plena guerra mundial, un viaje en barco de 17 días, en el que, incluso, fueron registrados por los barcos de guerra que navegaban entonces. Pero también en España vivió momentos difíciles.

 

Pregunta: ¿Cómo fueron esos años, en los que se iniciaba o aspiraba a ser capuchino?

Respuesta: Aspiraba a ser Capuchino, por eso me fui para ser seminarista, primero en Alsasua donde estuve 5 años y el último fue bastante difícil porque cuando entró la república, la cuestión religiosa era muy controvertida y estuvimos a punto de ser enviados a nuestras casas, para prevenir cualquier cosa y que no pasase como a los Padres del Corazón de María, más tarde, o como a otros en el sur de España, donde murieron muchos. Tenían miedo por nuestras vidas.

P.- ¿Cómo decidió marchar a Chile?

cura_paisaje_7.jpg (8473 bytes)R.- Cuando terminé la carrera, el año 1939, en el mes de agosto me enviaron una carta que decía "ha sido destinado al comisariado de Chile" y, por supuesto acepté.

P.- ¿Qué sabía, por aquel entonces usted de Chile?

R.- Yo no sabía nada. Yo pensaba que tenía una prosperidad mucho más grande de lo que realmente en ese momento había. Pero encontré una nación tranquila, pacífica y acogedora. A los capuchinos nos querían muchísimo. Dábamos misiones populares en las grandes propiedades de los terratenientes y misiones en las parroquias. Pero a mí no me tocó esa labor. Me tocó primero la constitución de vicemaestro que tenía poco que hacer en ese momento porque era el primer año de noviciado que había en Chile y el padre que estaba de maestro no me daba oportunidad sino más bien trabajos manuales. Al año siguiente de estar como vicemaestro, me llevaron al seminario de Paine en Chile donde había unos 80 a 100 chilenos que aspiraban a ser capuchinos. Allí estuve 12 años de profesor y después 6 años de párroco.

P.- ¿Cómo ha vivido los cambios en Chile?

R.- Los he vivido bastante tranquilo porque nunca me he metido en política, ni quiero meterme en política, sino simplemente ayudar a cada uno, dentro de sus ideas, pero ayudarle orientándolo en nuestra vocación cristiana, porque sino educamos para la vida cristiana y sólo nos limitamos a que tengan el bautizo o la confirmación, pero no les enseñamos bien, está perdido. Es lo que está pasando en España mismo, hay un libertinaje muy grande. En Chile no digo que no lo haya, también lo hay, al fin y al cabo, después de la guerra mundial la cultura ha cambiado mucho.

P.- Y lo chilenos ¿cómo lo han vivido?

R.- Cuando yo llegué a Chile, el gobierno era de régimen popular. Después fueron cambiando poco a poco, estuvo el gobierno de Videla que fue bastante severo con los comunistas. Sin embargo, después llegó la democracia cristiana que aspiraba a estar 30 años en el poder, pero justamente acura_mesa_7.jpg (6886 bytes) los tres años, terminado el período del padre del actual presidente, hubo un cambio trascendental, vino de nuevo el frente popular pero con características muy duras, tanto es así que hubo bastantes castristas que estaban tratando de internar materiales bélicos a Chile y que provocó, con el consentimiento de la mayor parte, el movimiento del presidente, que yo no lo voy a juzgar, la historia lo juzgará.

P.- Los cambios influyeron en los valores y en la mentalidad de la gente

R.- En los periodos álgidos ha influido mucho, pero actualmente parece que está volviendo a una normalidad. De hecho, en nuestra parroquia tenemos unos grupos bastante organizados. Y por otra parte, la gente de Chile es muy afectuosa, nos ayuda con mucho desinterés, porque es una parroquia inmensa la nuestra. Cuando yo llegué a Chile la ciudad de Los Angeles era una ciudad pequeña, de 30 a 40.000 habitantes. En estos últimos años está ya en casi 150.000. Antes había dos parroquias y ahora somos 10, que está bastante bien. Pero es que además tenemos que atender una parte de campo, porque no hay bastantes sacerdotes para tanta población. Nosotros tenemos 7 capillas de campo a las que atendemos al menos mensualmente.

P.- ¿La gente en Chile sigue yendo a la iglesia, no pasa como en España, que cada vez son menos?

R.- Continúan, aunque las que están en el campo es mucho más difícil porque el fútbol les atrae mucho y si hay un partido de fútbol lo prefieren a la misa, porque las parroquias de campo las atendemos por la tarde. También les gustan mucho las carreras de caballos a la chilena.

P.- ¿la pobreza no es, entonces, preocupante?

R.- Pobreza hay en bastante población, pero también hay unas cuantas instituciones que ayudan mucho. Los padres cotolengos tienen un asilo de ancianos muy bien atendido, aunque son poquitos cuentan con la ayuda de la congregación femenina y muchos voluntarios. Los chilenos son muy cooperadores y generosos.

P.- ¿La teología de la liberación ha sido una constante en Iberoamérica ¿Cómo se vivió entre las comunidades religiosas?

R.- La Teología de la Liberación tuvo más auge en los años 70 al 73 en Chile con el régimen popular. Pero después no ha sido tanto y estamos alrededor de los Obispos, aunque hay un grupo de progresista que llaman, pero en general hay buen a acogida y hay obispos más progresistas que otros. Lo que hay ahora es un auge de sectas protestantes, unas más radicales y otras más moderadas y se está tratando de hacer alguna cuestión ecuménica tratando de no meterse uno contra otro.

P.- Lleva más de cinco años sin venir

R.- He venido a España en siete ocasiones. Me hubiese tocado más pero la guerra mundial impidió que en 16 años volviese a España.

P.- ¿ Cómo ha visto la evolución en España?

R.- Siempre se ven cambios, pero los más drásticos han sido del año 80 para adelante, en la mentalidad de la gente y en la cuestión de familia. Desgraciadamente en España se está perdiendo la familia, se desorganiza rápidamente. En Chile también está ocurriendo pero no tanto, más o menos el 60% de los chilenos está casado por la Iglesia.

P.- ¿Cuál es su labor en estos momentos?

R.- Asesoro a las catequistas de primera comunión. Por otra parte, tengo a mi cargo el asesorar a la Orden Tercera Franciscana Seglar, que desgraciadamente no son muchas. Pero hay un grupo que se han fundado muy simpática que se ha formado que se llama Francisco Ayuda y que está formado por gente no muy adinerada, pero bien y que se esmeran en buscar cosas para la gente pobre y han hecho una gran labor en estos últimos cuatro años. Hay otras muchas asociaciones.

 

Ahora Félix Simón pasa unos meses en España, pero no de descansa, ya que este capuchino de 83 años, sigue viajando por distintos lugares del país visitando los conventos. Hace unos años, viajaba por toda Europa cuando venía, ahora se concentra más en España, pero no pierde la movilidad, ni las ganas de ir de un lado a otro.


Entrevista: Marta Elía