SANGÜESA Sangüesa,
situada al margen del río Aragón, tiene una larga historia. Su privilegiada
ubicación, cerca del reino de Aragón y en el camino que llevan los
peregrinos a Santiago de Compostela, hicieron que su desarrollo y su
importancia fuesen creciendo hasta convertirse en cabeza de merindad. Son
muchos los monumentos que podemos visitar cuando lleguemos a Sangüesa.
Iglesias como la de santa María, iniciada en el siglo XII y donde destaca su
pórtico. La Iglesia de Santiago, románica de transición al gótico, la de San
Salvador, el Convento de San francisco de Asís, la iglesia del Carmen, o
edificios civiles tan destacados como el palacio del Príncipe de Viana que
fue residencia de los reyes de Navarra, el Palacio de Vallesantoro, actual
casa de cultura, los palacios de los Duques de Ega y de los condes de
Guenduláin, la casa consistorial del siglo XVI. Con un solo día no tendremos
tiempo de disfrutar de todo lo que hay, porque no sólo es Sanguesa, sino sus
alrededores. A 16 kilómetros se encuentra el Monasterio de Leyre, donde
destacan su cripta del siglo XI y, por supuesto el castillo de Javier, a
ocho kilómetros de Sangüesa y donde se dan cita los navarros dos domingos al
años, en la popular y tradicional javierada, la mayor peregrinación de
Navarra. Y para comer no hay problema, en la localidad encontrará la
tradicional cocina navarra con ajoarrieros, cordero al chilindrón, alubias
pochas, vinos de la tierra y dulces propios muy variados.
Foto: Tímpano Iglesia Sta. María |
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